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Durante estas fechas navideñas, las consolas infantiles, los coches teledirigidos, los ordenadores o las tablets vuelven a coger protagonismo y son una parte esencial en las cartas de los más pequeños a Papá Noel y a los Reyes Magos.
Pero hay que tener en cuenta que cuando estos ya terminan su vida útil se convierten en residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), un residuo que necesita una gestión adecuada para evitar dañar el entorno en el que vivimos.
Y es que hay que tener en cuenta que este tipo de dispositivos poseen elementos a los que se les puede dar una segunda vida y, a la par, prevenir la contaminación, debido a que algunos de ellos son especialmente perjudiciales para el medio ambiente.
Por esta, se torna fundamental llevar a cabo una correcta gestión de estos juguetes electrónicos y no tirarlos a la basura convencional de los hogares, sino darles un tratamiento específico.
¿Cómo reciclar los juguetes electrónicos?
Cuando un juguete termina su vida útil, la forma correcta de gestionarlo es entregarlo en los puntos limpios o en cualquier instalación autorizada para la recogida selectiva de RAEE.
Asimismo, antes de llevarlos a reciclar, es recomendable retirar las pilas y depositarlas en los contenedores específicos para poder llevar a cabo un reciclaje específico de estos elementos.
Realizar esta entrega garantiza que los materiales se separen, puedan llegar a recuperarse y se pueda proceder a un tratamiento de manera segura, evitando la dispersión de sustancias nocivas y contribuyendo al desarrollo de la economía circular.
Consejos para elegir juguetes más sostenibles
Por otra parte, durante las fiestas navideñas, se puede reducir el impacto ambiental optando por alternativas más responsables como:
- Priorizar juguetes duraderos y de buena calidad.
- Elegir modelos con baterías recargables o que no necesiten alimentación electrónica.
- Valorar juguetes de segunda vida o con certificaciones ambientales.
- Apostar por marcas que formen parte de sistemas de gestión responsables.
