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Es muy habitual que se acumulen, cada vez más, pequeños aparatos eléctricos y electrónicos en casa. Muchas familias reconocen ese cajón donde depositan sus móviles y cargadores antiguos, pequeños electrodomésticos averiados o la tablet que ha quedado obsoleta. Todos ellos son Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Estos deben gestionarse de forma adecuada para evitar impactos ambientales, al mismo tiempo que se aprovechan los materiales que contienen para una segunda vida.
Para facilitar la tarea, existen dos fórmulas sencillas y seguras: las reglas del 1x1 y del 0 x1, que garantizan la recogida gratuita de aparatos eléctricos, tanto si se compra uno nuevo, como si lo que se desea es desechar el viejo. Además de estas opciones, también está en importante adoptar hábitos más sostenibles en el día a día.
Alargar la vida útil: reparar, reutilizar, repensar
El mejor residuo es el que no se genera. Por eso, antes de sustituir un aparato, conviene preguntarse si realmente necesitamos uno nuevo o si el actual puede repararse. Muchas veces, un cambio de batería o una pequeña reparación son suficiente para prolongar su vida útil.
También podemos dar una segunda vida a los dispositivos que aún funcionan: donándolos, reutilizándolos o transformándolos en herramientas útiles para otros fines. Así, reducimos el consumo innecesario, a la par que se contribuye a una economía circular y responsable.
Las reglas del 1x1 y del 0x1:
Cuando un aparato ya no tiene arreglo, no debe acabar olvidado en un cajón ni en la basura común. Los dispositivos que funcionan con pilas o baterías deben separarse, ya que cada componente requiere un tratamiento distinto para su reciclaje.
Regla del 1x1: si compras un nuevo aparato o electrodoméstico, la tienda debe recoger el antiguo de forma gratuita, tanto si la compra es en tienda física como online.
Regla del 0x1: si solo quieres reciclar pequeños aparatos (como móviles, cargadores o tablets) sin comprar nada, puedes depositarlos gratuitamente en distribuidores con más de 400 m² de superficie de venta.
Gracias a estas fórmulas, los RAEE se canalizan hacia gestores autorizados que los desmontan, separan y reciclan adecuadamente, recuperando materiales y evitando contaminaciones.
Por último, cabe defender que aplicar las reglas del 1x1 y el 0x1 no solo es una obligación ambiental, sino una forma sencilla de cuidar los recursos naturales y reducir residuos desde nuestro propio hogar. Porque reciclar los RAEE domésticos no es complicado: es cuestión de responsabilidad, constancia y pequeños hábitos sostenibles.



























