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¿Sabías que los accesorios de 'smart home' se convierten en un RAEE cuando ya no funcionan?

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Se acerca el esperado Día de Reyes, un día muy especial tanto para mayores como pequeños y con el que nos despedimos de las fiestas navideñas regalando un detalle a nuestros seres más queridos. Desde hace ya varios años, los aparatos eléctricos y electrónicos se han convertido en los productos más regalados durante estas fechas. Móviles, tabletas y ordenadores son muy demandados, pero también los denominados accesorios de ‘smart home’ o sistemas domóticos. 

Llamamos domótica al conjunto de tecnologías dedicadas al control y automatización inteligente de una vivienda, permitiendo al usuario realizar una gestión más eficiente de la energía que consume, al mismo tiempo que garantiza su seguridad y comodidad dentro del hogar. Poco a poco, diferentes aparatos vinculados a este tipo de sistemas, como sensores de temperatura, bombillas y enchufes inteligentes, robots de limpieza, o los populares asistentes de voz digitales, se están instalando en nuestras casas para hacer nuestra vida algo más sencilla. 

Al igual que muchos otros dispositivos que utilizamos a lo largo de nuestro día a día, los accesorios de ‘smart home’ suelen funcionar con baterías o pilas que irán desgastándose con el paso del tiempo. Por lo que en algún momento dejarán de funcionar y se convertirán en residuos electrónicos. Ahora bien, una vez llegados a este punto, ¿de qué forma debemos desecharlos? 

Como residuos que son, los accesorios de 'smart home' se tienen que reciclar. Estos están elaborados con componentes no biodegradables, siendo algunos, como es el caso de las baterías que les proporcionan energía, contaminantes, peligrosos y tóxicos para el medio ambiente. Por este motivo, resulta fundamental el conocer cómo se pueden desechar de forma correcta. 

Debido a su, por lo general, pequeño tamaño, estos accesorios no se clasifican dentro de los PAE (pequeñas aplicaciones electrodomésticas) o los GAE (grandes artículos electrodomésticos) sino como aparatos electrónicos de bajo consumo. Objetos que, pese a no tener la misma utilidad que otros electrodomésticos, se convierten de la misma forma en residuos. Cuando su vida útil llega a su fin, deben ser depositados en puntos limpios, puntos de venta, o bien contactar con el fabricante.

Desde estos centros de recogida serán destinados a plantas de reciclado donde serán clasificados, y sus piezas desensambladas. Algunas de estos componentes podrán volver a utilizarse para fabricar nuevos productos electrónicos. Otros, en cambio, como plásticos y metales, se fundirán para crear materias primas.

Identificar estos elementos para poder separarlos de otros tipos de residuos es muy sencillo. Te recordamos que puedes buscar, en el embalaje del producto, o bien en su manual de instrucciones este símbolo del reciclaje. ¡Siempre debe aparecer por alguna parte!

Desde RAEE Andalucía esperamos que comiences 2022 con buen pie, sigas practicando la Economía Circular y ayudes tomar conciencia sobre la importancia de dar una nueva vida y utilidad a los viejos dispositivos electrónicos. ¡Feliz Año Nuevo!