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Por qué es crucial no tirar las pilas con los RAEE

En el mundo del reciclaje, a menudo agrupamos los residuos que parecen similares. Los aparatos electrónicos van a los puntos de recogida de RAEE, y es fácil asumir que las pilas y baterías, al ser la fuente de energía de muchos de ellos, deben ir en el mismo sitio. Sin embargo, esta es una creencia errónea con graves consecuencias. Las pilas y los RAEE tienen circuitos de reciclaje diferentes por una razón muy importante: sus riesgos y el proceso para tratarlos no son los mismos.

Una pila, por muy pequeña que sea, es una fuente de contaminación potencial si se desecha de forma incorrecta. A diferencia de un televisor o una lavadora, que contienen una variedad de materiales, las pilas y baterías están diseñadas para almacenar energía a través de una mezcla de componentes químicos específicos, muchos de ellos altamente peligrosos para el medio ambiente y la salud humana.

  • Metales pesados y contaminación: Las pilas de botón, las alcalinas y las recargables contienen metales pesados como el mercurio, cadmio, plomo y litio. Si una pila se rompe o se corroe en un vertedero, estas sustancias se liberan y se filtran al suelo y al agua. Una sola pila de botón puede contaminar miles de litros de agua.
  • Riesgo de seguridad y explosiones: Las baterías, especialmente las de litio-ion (presentes en móviles y portátiles), pueden hincharse o incluso incendiarse si se dañan o se exponen a altas temperaturas. Almacenarlas de forma incorrecta, o mezclarlas con otros residuos, aumenta el riesgo de cortocircuitos que pueden provocar fuegos.

Es por esta composición química y estos riesgos específicos que las pilas no se consideran RAEE y tienen una categoría de residuo propia.

La solución: El canal de reciclaje específico

La buena noticia es que la solución a este problema es muy sencilla. La clave está en separar las pilas y baterías de los aparatos electrónicos antes de su reciclaje.

  1. Retíralas del aparato: Si el dispositivo te lo permite, extrae las pilas o baterías de su interior.
  2. Llévalas a un punto de recogida: No las tires a la basura común ni las mezcles con el resto de los RAEE. Las pilas deben depositarse en los contenedores específicos para ellas.
  3. ¿Dónde encontrarlos? Estos contenedores naranjas o similares para pilas y baterías están disponibles en una red extensa por toda Andalucía:
  1. Supermercados y tiendas: Muchos establecimientos de alimentación o de electrónica tienen puntos de recogida a la entrada.
  2. Puntos limpios: Todas las instalaciones de recogida de residuos tienen contenedores específicos para pilas.

Al seguir estos sencillos pasos, te aseguras de que tus pilas se reciclen a través del canal correcto, donde sus componentes peligrosos serán tratados de forma segura y sus materiales, como el zinc o el manganeso, podrán ser recuperados. De esta forma, contribuyes directamente a proteger el medio ambiente y la salud de todos.

No olvides este pequeño pero crucial gesto. Un buen reciclador no solo deposita sus RAEE en el lugar correcto, sino que también sabe diferenciar las pilas de ellos para proteger nuestro entorno.