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Evitar daños eléctricos, apagar correctamente los equipos y cuidar su mantenimiento alarga su vida útil y reduce la generación de RAEE
Las tormentas eléctricas, los picos de tensión o incluso el simple hábito de dejar los aparatos enchufados permanentemente pueden reducir drásticamente la vida útil de nuestros dispositivos. Cada avería que se evita es también un residuo electrónico menos en el contenedor.
Aprender a prevenir, mantener y usar responsablemente los aparatos eléctricos no solo ahorra dinero: también contribuye a una mejor gestión de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).
Tormentas eléctricas y picos de tensión: cómo proteger tus equipos
Cuando una tormenta eléctrica descarga sobre la red, puede provocar subidas repentinas de tensión que dañan los circuitos de los electrodomésticos y equipos informáticos. Estos fallos no siempre se manifiestan de inmediato, pero acortan la vida útil de los aparatos.
Algunas medidas sencillas pueden evitar que tus dispositivos pasen a engrosar la lista de residuos electrónicos:
1. Desconecta los equipos durante tormentas: especialmente los más sensibles (televisores, routers, ordenadores o cargadores).
2. Utiliza regletas con protección contra sobretensiones: actúan como un “escudo” frente a los picos de corriente.
3. Instala un SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida): protege los equipos de oficina y evita pérdidas de datos ante cortes eléctricos.
4. Comprueba las instalaciones: una toma de tierra defectuosa o un enchufe sobrecargado pueden amplificar los daños.
El modo “standby” también envejece tus aparatos
Muchos dispositivos permanecen en modo de espera incluso cuando creemos que están apagados. Este consumo continuo, conocido como consumo fantasma, no solo aumenta la factura eléctrica, sino que mantiene activos componentes internos que se degradan con el tiempo.
Algunas recomendaciones prácticas:
1. Apaga completamente los aparatos cuando no los uses: especialmente televisores, consolas y monitores.
2. Desenchufa cargadores y regletas si no están en uso.
3. Usa regletas con interruptor general, para cortar la corriente fácilmente.
4. Opta por aparatos con buena eficiencia energética (etiqueta A o superior): suelen tener mejor gestión del modo standby.
Cada hora de funcionamiento innecesaria acelera el desgaste de los componentes electrónicos y, a la larga, multiplica la cantidad de RAEE generados.
Pequeños cuidados, grandes resultados: mantenimiento preventivo
Un mantenimiento básico puede marcar la diferencia entre un aparato que dura cinco años y otro que funciona el doble. Mantener limpios, ventilados y revisados los equipos eléctricos alarga su vida útil y reduce averías.
Pautas sencillas para aplicar en casa o en la oficina:
1. Limpia los filtros y ventiladores de aires acondicionados, ordenadores y neveras.
2. Evita cubrir aparatos electrónicos o colocarlos cerca de fuentes de calor.
3. Comprueba los cables y enchufes periódicamente: si presentan desgaste, sustitúyelos.
4. Actualiza el software o firmware de los equipos digitales: a veces mejora la eficiencia energética.
5. Planifica revisiones periódicas en electrodomésticos de alto consumo o uso intensivo.
Estos hábitos reducen averías prematuras y, con ello, la generación innecesaria de residuos electrónicos.
Prevenir daños eléctricos, evitar el consumo innecesario y cuidar los equipos son tres gestos sencillos con un impacto directo: menos residuos electrónicos, menos gasto y más sostenibilidad. La gestión responsable de los RAEE comienza mucho antes de llevar un aparato al punto limpio: empieza en casa, con cada enchufe y cada decisión de uso.



























